martes, 17 de octubre de 2017

Bajo tierra



Dormiré...
en el hueco enorme de la tristeza
desde el centelleante momento en que se acaben los parches
cuando se hayan pasado todas las vendas
cuando no quede nostalgia de la cual agarrarse
Apagaré la última luz
los terribles pensamientos 
y las absurdas ideas de salvación
Cuando se terminen de caer mis lugares soñados
me teñiré las manos de los conchos de pintura
y de mis venas saldrá color
para diluirse en el agua de hierbas de la tina con patas que siempre imaginé
y me iré... rodando por el camino 
como ruedan los remolinos del diablo
como las palabras para despedir los muertos
como todo lo que dije y no fue escuchado
como la voz de mi padre que borramos sin querer del viejo cassette
como el olor de la ropa que gasté de tanto intentar rescatar
como los fantasmas que no quisieron mudarse conmigo desde la casa embrujada de la vieja villa

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