martes, 27 de julio de 2010

Volver...

¿Cómo poder juntar ambas puntas de la cuerda armando la cicunferencia sin quedarme dando vueltas sobre ella? como una órbita adictiva... prohibida, lejana e inconsecuente...
Si me afirmaran que no habrá caídos reviviría los versos de pluma invisible.
Armaría un diario mural de alegría.
Suspiraría el aire que quedó transitando el edificio.
Y me sentaría a oir aquel tango de Gardel sin derramar una lágrima...

Por Pamela Valdes Gonzalez

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