Envueltas las alas bajo siete velos,
cautiva de los vuelos de pájaro redentor
libre viviré libre,
surcando cielos de pastel dorado
¿quién osa despertarme?
que no sabe retrasar las muertes,
adorar los dioses convertidos en árboles
e hilar las aventuras...
amo la intensidad brusca
los cantos desaforados
amo el amor de los pasajeros del metro
y sólo a ellos justifico la emotividad efímera
de una mirada entre estación y estación
detesto la insensibilidad,
la arrogancia delatora de cobardías,
los pies grandes
y las voces que empequeñecen a otros
adoro la locura como a una deidad,
el caos de lo espontáneo
y las luces del cielo de campo
temo a las olas de mi playa
y a los cardos de mis prados
y aun así
siempre así
eternamente así
me lanzo sobre ellos,
como queriendo abrazar el peligro
y atraparlo en paletas de ansias
me declaro y me enloquezco
me hundo y me pierdo
me encuentro, me sé
Que mi plumaje me pertenece,
como los cuervos a Van Gogh...
Paloma Negra
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