Ladro la rabia, la pena, las lágrimas
y enmudezco a tu lado
alrededor de tu miseria tan querida
muero de cuajo
con el alma vuelta girones
con los vestidos ajados
Las golondrinas pasan
por fuera de esta casa
ya no hacen nido en mis cabellos...
Mis sienes tocan la tierra
y mi boca torturada
con el último beso en tu rostro
se sigue quemando a pausas
como un viejo estertor sin retorno
que regresa por mí
Entonces distante de tu barba milagrosa
conecto el respirador
enciendo mi corazón artificial
y huyo junto a mis pájaros
para dejarme llevar por las lloronas
que celebran mis despedidas
Paloma Negra
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