Me tomo un sorbo de mi propio amor
y como está envenenado muero
ciega de egoismo.
Y dejando de palpitar me advierto
solitaria luminaria de vereda
¿Qué hacen los ángeles comiendo del basurero,
los reyes en trono de cartón abandonado?
Tropiezo en la calle con sus orines
de banitorios de oro blanco las orillas de la muralla,
fiestas que nunca llegaron a ser galas
tortas de diez pisos moldeadas de pan remojado.
Me enamoro de su locura
sismo cuerdo enmadejado de libertad.
Voy amando denuevo
en la mirada de la calle sucia
la salida del banco en silla de ruedas
el vasito de plástico y su moneda ondulante saltando a ritmo discontinuo
el viejo de barbas blancas chamuscadas de cerote.
Voy amando cuanto puedo ser y lo que de no tener tengo
los microcuentos escondidos en la caja de vino
resistiendo la noche, brindando azúcar a la desazón
No me quejo ya de mis muertes
ni pienso en el día en que los fénix
dejarán de venir
Fusiono la visión nocturna al testimonio
de esos que eligen vivir en la periferia de la burbuja
¿Dónde estás Dios de los olvidados?
¡que ya ni te recuerdo!
y como está envenenado muero
ciega de egoismo.
Y dejando de palpitar me advierto
solitaria luminaria de vereda
¿Qué hacen los ángeles comiendo del basurero,
los reyes en trono de cartón abandonado?
Tropiezo en la calle con sus orines
de banitorios de oro blanco las orillas de la muralla,
fiestas que nunca llegaron a ser galas
tortas de diez pisos moldeadas de pan remojado.
Me enamoro de su locura
sismo cuerdo enmadejado de libertad.
Voy amando denuevo
en la mirada de la calle sucia
la salida del banco en silla de ruedas
el vasito de plástico y su moneda ondulante saltando a ritmo discontinuo
el viejo de barbas blancas chamuscadas de cerote.
Voy amando cuanto puedo ser y lo que de no tener tengo
los microcuentos escondidos en la caja de vino
resistiendo la noche, brindando azúcar a la desazón
No me quejo ya de mis muertes
ni pienso en el día en que los fénix
dejarán de venir
Fusiono la visión nocturna al testimonio
de esos que eligen vivir en la periferia de la burbuja
¿Dónde estás Dios de los olvidados?
¡que ya ni te recuerdo!
Paloma Negra
adentro de la historia
ResponderEliminarsurgen llamas rojizas
ya estallo el fogon
rosa del verbo inunda el pronto
desvela el puerto
amarra el cierto
dos de oscuro pienso
tres del viento...
no eleji el mar curvo
sal endulza el tiempo
la tarde sueña el silencio...
alzo mi epuma
el mismo fin
la misma sombra
luces de garganta
alejadas, cercanas, existo.
nose si llevo
nose donde voy
nose si llego
nose donde estoy.
:) escribimos distinto sin embargo estamos en la misma frecuencia, conmoviéndonos con aquello que muchos omiten agradecer...
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