domingo, 17 de julio de 2011

Caminantes de la madrugada



Dime que había en el vino aquella primera noche
qué ungüento contagioso tenían los barcos de papel
que aun ahora, ya pasada la era del enamoramiento
me hundo cada vez más profundo en esta fosa abisal de encanto...

Y las hormigas me comen la piel
aun haciendo camino por donde de amanecida anduvo tu boca
entre los pliegues rebosantes de encuentros...





Paloma Negra






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