martes, 1 de agosto de 2017

...


Te voy a contar un cuento, más corto no pudo ser. Se que lo entenderás, en honor a la sabiduría de antaño.
 Yo ya sabía que estaba aquí... Un día iba por la calle, cabeza abajo, audífonos, medio cantando medio apurada como siempre. Y choqué con unas pupilas que me hicieron un hoyo, certero, profundo, quemante. Todo se paralizó, como cuando caminaban los muertos en la antigua casa. Me di vuelta para corroborar y no vi nada. No se si era o no, pero la sensación quedo en el aire. Entonces comprendí que el cuento fue corto pero los puntos suspensivos siguen extendiéndose en las calles de San Vicente

No hay comentarios:

Publicar un comentario